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ARM SUDAMERICANA

Deje que los profesionales traten eso

El trabajo de los voluntarios es esencial para el buen cumplimiento de la misión y el ministerio de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Realizar actos de bondad y servicio es bueno para el alma y, además, gran parte del impacto de la Iglesia en el mundo es por el servicio comprometido de voluntarios dedicados. Hay momentos, sin embargo, en que el riesgo asociado a voluntarios o empleados que realizan tareas es muy grande, y contratar un profesional sería una elección sabia. Compruébelo con el siguiente ejemplo:

Su iglesia está considerando realizar un proyecto de reforma del baño para mejorar la apariencia y de la red de tuberías; para eso, la Junta de la Iglesia está intentando decidir entre dejar que lo haga un miembro de la iglesia o contratar a un profesional para realizar el trabajo.

A través del lente de la gestión de riesgos, el proceso de decisión se resume a tres razones por las cuales usted debe considerar elegir a un profesional en vez de que lo haga un voluntario:

1. Seguridad

Reparar la red de tuberías no es un trabajo fácil, ni la reforma, y ambos tienen sus propios riesgos y peligros, especialmente para el individuo no capacitado técnicamente. Uno de los riesgos más comunes son las lesiones causadas por herramientas eléctricas. Muchas herramientas del área de cañerías mejoraron a lo largo de los años, pero continúan presentando riesgos únicos para los usuarios, principalmente si el producto tiene algún defecto.

Las lesiones por herramientas eléctricas pueden incluir huesos rotos, fracturas y mucho más. Sin embargo, la buena noticia es que los plomeros profesionales estudiaron para aprender el oficio y saber cómo utilizar las herramientas que exige el trabajo. Aunque un voluntario tenga alguna experiencia, corre el riesgo de lastimarse, dañar las instalaciones e impactar financieramente a la iglesia.

2. Garantía/Seguro

Si usted opta por concluir un proyecto con la ayuda de un voluntario y algo sale mal, tendrá que hacer las reparaciones por cuenta propia. Sin embargo, un plomero licenciado normalmente cubre cualquier problema con la garantía. Dependiendo de las leyes locales y del tipo de trabajo, la duración y la cobertura de la garantía varían, pero es una óptima práctica. La mayoría de los empresarios lo hace como garantía de su trabajo, pues protege sus intereses y también los de los clientes. Además, los contratados tienen su propio seguro, que ayuda a cubrir gastos médicos y honorarios de abogados mientras se defiende de un evento con cobertura. Eso es útil porque exime a la iglesia de la responsabilidad relacionada al proyecto de la reforma.

3. Ahorro de dinero

Si usted cree que ahorrará dinero al no contratar a un profesional, puede tener razón, por un lado. Pero ¿consideró el impacto financiero que podría tener si no hace la debida diligencia en la contratación de un profesional? En 2019, el costo medio de lesiones relacionadas al trabajo fue superior a los US$ 40.000, mientras el costo por muerte fue de US$ 1.2 millones*. Dependiendo de las circunstancias, si su voluntario se lastima mientras trabaja en la reforma, la iglesia puede ser la que quede como responsable de esa lesión. De modo que no estaría economizando dinero, y aquel baño, tejado u otro proyecto reformado podría terminar costando mucho más. Los empresarios profesionales están obligados a realizar el seguro de compensación de trabajadores para todos sus empleados. Cualquier lesión en el trabajo será cubierta por este seguro y no será responsabilidad de la iglesia.

Pasos para contratar a un profesional

Con todo esto en mente, presentamos algunos pasos que recomendamos antes de su próximo proyecto:

  • Contrate empresarios locales y licenciados. Los empresarios de obras locales son más fáciles de contratar si surgen problemas con el trabajo y están familiarizados con los códigos de construcción en su área.
  • Verifique sus trabajos anteriores. Verifique referencias sobre la calidad de su mano de obra y atención al cliente. Pregunte sobre su reputación profesional y años de servicio.
  • Verifique su seguro. Certifíquese de que estén debidamente asegurados y vinculados. Pida un certificado de seguro en el que su iglesia y Asociación aparezcan como aseguradas adicionales.
  • Reciba todo por escrito. Antes del inicio del trabajo, obtenga un contrato amplio con una descripción detallada del trabajo a ser ejecutado y el precio de cada ítem. Toda garantía debe ser claramente declarada y escrita en el contrato.

Tener un servicio profesional que haga el trabajo le dará tranquilidad y la garantía de que el trabajo está seguro y hecho correctamente y, en la medida en que no lo esté, las partes apropiadas pueden ser responsabilizadas por las vías habilitadas para hacerlo. La próxima vez que tenga un proyecto que tiene que concluir, confíe en los profesionales que se encarguen de eso.

Si usted está realizando una nueva construcción o ampliación, no se olvide de trabajar con el gerente de riesgo de la Asociación y la aseguradora para obtener la cobertura de riesgo del constructor para el proyecto.

*Datos de los Estados Unidos.

Noticia traducida y adaptada de Adventist Risk:

https://adventistrisk.org/en-us/safety-resources/solutions-newsletter/2022/april/nadeng-let-the-pros-handle-it

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