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ARM SUDAMERICANA

ARM Sudamericana lanzó este año 2022 un curso especial con estrategias para aumentar la seguridad y la prevención de la VIDA en escuelas e iglesias adventistas

Las clases prácticas enseñan a actuar en situaciones de ataques físicos y prevén disminución de daños

Las escuelas e iglesias tradicionalmente son ambientes dedicados al aprendizaje y a la manifestación de la fe, respectivamente. Sin embargo, la sociedad ha presenciado un número cada vez más expresivo de ataques violentos a la integridad física de las personas en esos lugares. Un ejemplo es el estudio hecho por el Centro de Defensa y Seguridad Interna de la Escuela de Posgrado Naval de Monterrey, en California. Los datos muestran que los Estados Unidos tuvieron 2.054 casos de ataques a tiros en escuelas entre 1970 y mayo de 2022.

Brasil, que siempre estuvo habituado a noticias de crímenes al patrimonio, crímenes en residencias, establecimientos comerciales y latrocinios, ha comenzado a ver un creciente número de tiroteos y ataques a escuelas. Algunos ejemplos son la masacre que sucedió en una escuela de Janaúba, Minas Gerais, el 5 de octubre de 2017, y el ataque a la guardería en el municipio de Saudades, Santa Catarina, el 4 de mayo de 2021. En ambos casos, la violencia del agresor activo y la vulnerabilidad de los locales contribuyeron para la amplitud de la tragedia.

Preocupada por esta situación, ARM desarrolló un curso específico para capacitar a colaboradores y alumnos de las escuelas adventistas a protegerse en situaciones de emergencia de esta naturaleza. El curso “Alerta: medidas y contramedidas contra el agresor activo” está compuesto por clases en video en la plataforma EAD y un día de clase práctica con simulacros presenciales que se realizan en las instalaciones de la institución.

De acuerdo con João Luiz de Oliveira, coordinador del proyecto, el curso explica lo que son agresores activos y cuáles son sus motivaciones. “Las características que los diferencian de las otras situaciones de los protocolos civiles y policiales son abordadas en la parte teórica del curso. Posteriormente, se realizan ejercicios proyectados como un suplemento y parte de un programa de capacitación, no de un simulacro anunciado”, explica.

La palabra ALERTA, usada en el título del curso, está formada por las iniciales de los verbos Anticipar, Limitar, Escapar, Reportar, Transformar y Amparar, que orientan los principios presentes en todo el contenido abordado en el curso. Además de las clases en línea y presenciales, un equipo de instructores especializados realiza una visita previa a la escuela o a la iglesia para crear un plan de acción de emergencia adaptado a la realidad estructural del lugar.

De acuerdo con el coordinador, el objetivo del curso es capacitar a las personas para que puedan identificar preventivamente las señales de amenaza en escuelas, en iglesias y en los más diversos ambientes. “El objetivo específico es desarrollar la conciencia situacional para saber determinar y orientarse para actuar rápidamente, protegiéndose y evitando la confrontación de ataques involucrando a agresores activos”, cuenta.

Actualmente, el curso está siendo ministrado en todo Brasil. Hasta el momento ya fueron atendidos treinta colegios en Goiás, Sao Paulo, Minas Gerais, Rio de Janeiro, Espírito Santo, Mato Grosso y Distrito Federal. “La pretensión es que cualquier unidad de Educación Adventista, sede administrativa o iglesia que tenga interés, reciba nuestra capacitación”, afirma el coordinador del curso.

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